Una de estas teorías se basa en que la ingesta de hierba es una forma de equilibrar la dieta. Esta teoría es absolutamente falsa, puesto que la mayoría de nuestras mascotas tienen una dieta equilibrada gracias al consumo de una alimentación comercial.
Otra teoría se basa en que es una costumbre de sus antecesores salvajes, si bien no es lógico pensar que dicha costumbre desemboque habitualmente en el vómito. Por último, existe una teoría, que relaciona la ingesta de hierba con patologías digestivas.
Esta última es la que actualmente está más aceptada. Los perros que padecen enfermedades digestivas (fundamentalmente enfermedades gástricas y enfermedades duodenales) presentan habitualmente este fenómeno de la ingesta de hierba y su posterior vómito.
La ingesta de hierba no tiene como finalidad realizar ningún tipo de purgación, sino que dichos perros presentan molestias gástricas o duodenales y con la ingesta de hierba y su posterior vómito aparentemente disminuye su molestia.
Esta mejoría es transitoria, ya que la ingesta de hierba desarrolla una gastritis aguda que puede empeorar la enfermedad gástrica o duodenal ya existente. Estos pacientes, una vez diagnosticada su enfermedad digestiva y puestos en tratamiento, dejan de “comer hierba para purgarse” y lógicamente también dejan de vomitar.
En conclusión, los perros no comen hierba para purgarse, y aquellos que lo hacen, deberían ser correctamente diagnosticados de su patología digestiva y puestos en tratamiento.
Fuente: Bayvet, 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario